El verano nos pide refresco en todas sus modalidades: baños en aguas frías, bebidas de nevera, sombras y brisas.
En la categoría de bebida refrescante, y festiva a la vez, se encuentran los cócteles. Esas esmeradas preparaciones que deleitan nuestro paladar y sentidos, y que debemos mantener a raya si no queremos que enturbien nuestra visión….
Los cócteles combinan licores, alcoholes y bebidas varias para alcanzar una nueva dimensión.
Cócteles clásicos de película
Estos combinados, elaborados como si de formas magistrales se tratasen, son parte de la historia y tienen presencia en nuestra vida actual.
Muchos de ellos han hecho historia y forman parte de nuestros recuerdos.
Sin ir muy lejos, tod@s recordamos el famoso “Cosmopolitan” de la serie Sexo en Nueva York. Vodka, triple seco, zumo de arándanos, zumo de limón, un trozo de corteza de naranja y hielo. Una bebida que apuesta por las frutas combinadas con licor blanco.
Otro cóctel icónico y que nos viene a tod@s a la mente es “Un vodka con martini seco, mezclado no agitado”. La famosa frase que aparece en todas las películas de James Bond, quien se decantaba por una bebida seca sin florituras ni tintes de color. Una característica más de este personaje en apariencia duro y cerebral.
La película de Lost in Translation nos hacía saborear un Vodka Tonic y un Whisky en la barra del bar del Hotel de Tokyo de la mano de Scarlett Johansson y Bill Murray.
La primera una bebida más juvenil, alegre y frutal, mientras que la segunda para muchos representa madurez.
El papel del cóctel en eventos
Sobre cócteles podemos encontrar muchísima literatura, bares de culto, célebres bar tenders y cursos de todas las duraciones y especialidades.
También son un recurso para eventos corporativos que ofrecen hoteles, restaurantes, bares, venues y caterings.
Podemos pensar, entre otros, en un taller de cocteles en el marco del evento corporativo. Las actividades en torno al Gin Tonic, por ejemplo, se han vuelto muy solicitadas. Conocer la historia de la ginebra, sus infinitas variedades, las tónicas más adecuadas para cada una de ellas y los “flavours” que más casan es una experiencia realmente interesante.
El cóctel también puede tener un gran protagonismo en los eventos de empresa acompañado de música, cómo es el caso del Pianobar: por un lado, un piano tradicional, y por el otro, una auténtica barra de cócteles. Todo un espectáculo para tu evento, que encaja en cualquier venue y que proporciona un ambiente extraordinario.
Más allá del cóctel como bebida
Un cóctel es también un evento social o corporativo que se celebra en la tarde-noche con el fin de celebrar o presentar algo. Su duración puede oscilar entre 1 y 2 horas. Se sirve de pie y se compone de aperitivos que se puedan comer de un bocado y bebidas.
Otro uso que damos a esta palabra es para la vestimenta.
El vestido de cóctel se caracteriza por su corte a la altura de la rodilla, o unos centímetros por encima o debajo de ella. Puede llevarse tanto de día como de noche, para eventos que requieren cierta etiqueta.
En otro orden de cosas, si hablamos de visualización, es decir, de la imagen mental que acude a nuestra cabeza cuando oímos esta palabra, también puede ser la de la película de Tom Cruise de 1988 y que coincidió con su consolidación como estrella de cine.
‘Cocktail’ es luces de neón, alcohol, ambiente nocturno, música discotequera, decadencia, ambición… pero también es romance, diversión, lecciones de vida y leyes de supervivencia” (Cine y Cine).
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